Como habrán intuido algunos de mis lectores, durante mi jornada laboral en los depauperados institutos públicos de Cataluña me dedico, además de a impartir clases de lengua y literatura, a detectar alumnos de Altas Capacidades (es decir, alumnos talentosos y superdotados). Esta es, quizá, la más arriesgada e infructuosa tarea que puede acometer un profesor de secundaria idealista y obstinado. En breve sabrán por qué.
Cuando se tiene la formación necesaria y la voluntad de atender todas las necesidades del heterogéneo alumnado de un centro escolar, detectar estudiantes con altas capacidades intelectuales es sencillo, pues sus sofisticados comportamientos los delatan. Por esta razón, he identificado con facilidad alumnos altamente dotados en todos los institutos en los que he trabajado; había de varios tipos: alumnos perfectamente adaptados con un buen expediente académico (aunque casi nunca extraordinario); estudiantes alienados que inhibían su enorme capacidad; alumnos con un deplorable expediente académico que empleaban sus talentos en generar todo tipo de conflictos que paliaban su aburrimiento y denunciaban su frustración; adolescentes que se saltaban las clases sistemáticamente y que, sin embargo, aprobaban los exámenes sin dificultad, etc. Todos, a pesar de sus diferencias, estaban muy solos y en permanente conflicto con un entorno académico inapropiado e intolerante.
En cuanto he detectado a uno de estos alumnos y, temerariamente, me he propuesto ayudarlo, he tenido que sortear todo tipo de obstáculos hasta que mi capacidad persuasiva se ha topado con uno insalvable a lo largo del accidentado recorrido: el obstáculo infranqueable puede ser un tutor desidioso, un jefe de estudios que tiene cosas más importantes que hacer que atender hipótesis inverosímiles sobre alumnos superdotados que no lo parecen, un psicopedagogo que carece de formación sobre el tema y que está convencido de que no hay alumnos superdotados en su instituto, unos padres temerosos de que su hijo sea etiquetado como superdotado, etc. Por descontado, yo no he salido indemne de estas campañas de socorro de alumnos de Altas Capacidades: además de invertir mucho tiempo y energía infructuosamente, me he ganado la displicencia y animadversión de profesores prejuiciosos y, sobre todo, profundamente ignorantes. Y, en cuanto a los alumnos dotados que he detectado, ninguno ha sido sometido a diagnóstico ni, por supuesto, se ha beneficiado de medidas educativas especiales. Ha seguido tan desamparado como siempre a pesar de mi persistencia.
En definitiva, en nuestro sistema educativo todo el mundo se comporta como si los alumnos de Altas Capacidades no existieran, como si fueran un producto ocasional de los platós de televisión. Pero los alumnos extraordinariamente dotados sí que existen: están entre nosotros, en nuestros colegios e institutos, frustrados, alienados y, lo que es peor, ignorantes de su condición y de su potencial, recibiendo de todos los espejos una imagen distorsionada de sí mismos. Están entre nosotros y jamás levantarán este país miserable.
Niños de Altas Capacidades: adelantar curso
Soy consciente de que algunas de las personas que visitan esta página realmente acceden a ella mediante la búsqueda ‘adelantar curso niños altas capacidades’ (la magia del SEO). Por tanto, aunque les haya resultado interesante el titular del primer artículo, lo cierto es que su contenido no se ajusta exactamente al tipo de información que estaban buscando. Así pues, expondré a continuación mi opinión sobre la posibilidad de que, en el entorno educativo, los niños y adolescentes intelectualmente sobredotados se beneficien de una medida pedagógica tan relevante como la de la aceleración del currículo.
Como introducción, conviene dejar claro que, en los centros educativos españoles, salvo excepciones, no se detecta eficazmente a los alumnos de altas capacidades y tampoco se educa adecuadamente a los pocos que se detecta. Por consiguiente, la aplicación de una medida pedagógica tan compleja como la de la aceleración en estos centros es una quimera.
Dicho esto, imaginemos que un centro educativo –público o privado– cuente con recursos humanos especializados en la educación de los más capaces; imaginemos que sus profesores hayan superado todo prejuicio sobre este colectivo minoritario de alumnos. En ese caso, resulta imprescindible estudiar meticulosamente cada caso antes de tomar una decisión.
En este sentido, sería poco recomendable, por ejemplo, acelerar el currículo de un alumno que, aun habiendo dado muestras de una capacidad intelectual muy por encima de la media (verbigracia: en su desempeño en un test psicométrico), esté mostrando un bajo rendimiento académico de forma persistente, lo cual suele ocurrir con relativa frecuencia debido a causas diversas: depresión o ansiedad; baja motivación frente a los estímulos académicos ordinarios; intensa imaginación y tendencia a abstraerse del entorno de trabajo que el aula ordinaria representa; estilo de aprendizaje marcadamente visoespacial (que entra en conflicto con los métodos educativos secuenciales que predominan en la escuela ordinaria), etc. No tiene sentido, para que me entiendan, acelerar el currículo de un alumno que, a pesar de su elevada inteligencia, todavía no ha desarrollado habilidades propias de la etapa educativa que le corresponde por edad o que aún no domina los contenidos curriculares de esa etapa. No tiene sentido lanzarlo al vacío del curso siguiente, porque en estos casos la ascensión será, con toda probabilidad, un agónico descenso.
Ahora bien, ¿y si el alumno de alta capacidad ha superado los conocimientos que se exigen en la etapa educativa que le corresponde por edad, ha desarrollado competencias avanzadas y, además, se siente ciertamente limitado en el aula de su curso? En ese caso, convendría plantearse seriamente la aplicación de algún tipo de aceleración curricular como medida pedagógica que contribuya a mejorar el desarrollo intelectual y emocional del alumno. El tipo de aceleración, obviamente, dependerá de las características de cada caso: se puede acelerar el currículo de una o varias asignaturas sin que el alumno cambie de aula o de curso; el alumno puede cursar algunas asignaturas en el aula de un curso superior y otras en el aula del curso que le corresponde por edad; e, incluso, el alumno altamente sobredotado puede ascender uno o dos cursos tras un breve periodo de transición en el aula que le corresponde por edad.
Sin duda, lo que más preocupa a padres y profesores es, por un lado, el impacto negativo que, emocionalmente, puede tener la aceleración para el alumno; y, en segundo lugar, la reacción de su entorno más cercano (otros alumnos y los padres de estos, incluso algunos profesores prejuiciosos). En cuanto a lo primero, la mayoría de estudios internacionales han revelado que la aceleración es una medida pedagógica de gran eficacia en la educación de los alumnos más dotados intelectualmente; además, han corroborado que no supone un perjuicio emocional para ellos, sino todo lo contrario (estos niños y adolescentes realmente necesitan interactuar con personas mayores que ellos para experimentar la armonía social que todos merecemos). En lo referente a lo segundo, el riesgo a sufrir una estigmatización por parte del entorno educativo más cercano es elevado si se pone en marcha una medida de aceleración curricular; la realidad es así de triste, al menos en nuestro país. No obstante, en mi opinión debe llevarse a cabo la aceleración si el alumno realmente lo necesita, por muy virulenta que pueda ser la reacción del entorno, especialmente si el alumno la solicita expresamente.
En definitiva, la aceleración curricular es una medida pedagógica excelente para atender las necesidades educativas especiales de los alumnos más dotados intelectualmente. Lamentablemente, resulta poco viable llevarla a cabo en la mayoría de centros educativos de nuestro país. Yo, desde luego, jamás he asistido a la aplicación de esta medida pedagógica en los numerosos centros públicos donde he trabajado, en los que, como ya dije en mi primer artículo, los alumnos de altas capacidades son prácticamente invisibles a los ojos de la mayoría.
Niños de Altas capacidades: comportamiento
Soy consciente de que muchas personas que visitan este artículo están buscando información sobre el comportamiento de los niños y adolescentes de Altas capacidades y, más concretamente, sobre problemas de conducta. De modo que, a continuación, describiré los comportamientos típicos de los menores superdotados, al menos los más relevantes en los entornos educativo y familiar; seguidamente, proporcionaré algunas pautas para que padres y profesores puedan adaptarse a estas actitudes y enfrentarse a ellas de la forma adecuada:
En el comportamiento de los niños y adolescentes superdotados inciden de forma crítica algunas de sus características cognitivas y emocionales: en primer lugar, una elevada capacidad crítica, que a su vez es el resultado de un nivel de conciencia muy superior al de sus compañeros de la misma edad (en algunos casos, incluso superior al de algunos adultos); en segundo lugar, un intenso individualismo: prefieren hacer las cosas por sí mismos, alejados de las convenciones y los patrones que el grupo exige; en tercer lugar, la experimentación de emociones muy intensas frente a estímulos normales, habituales en la vida de cualquier persona. Estos rasgos diferenciales suelen ocasionar conflictos en los entornos sociales en que el niño o adolescente superdotado se desenvuelve durante varias horas al día. Pero no confundamos este aserto: no estoy diciendo que los menores de altas capacidades sean conflictivos por naturaleza, sino que, inevitablemente, se producen conflictos como consecuencia de la discrepancia existente entre la personalidad singular del niño superdotado y los convencionalismos fuertemente enraizados de la escuela y el seno familiar. Y, no menos importante, a la proliferación de situaciones conflictivas también contribuye el efecto de la disincronía: el menor es extremadamente inteligente, observador, analítico, exigente, emocionalmente intenso y, con frecuencia, psicológicamente inmaduro. Por tanto, son habituales estas dos situaciones problemáticas, tanto en la escuela como en casa:
A) Rebeldía:
Muestran rebeldía frente a una autoridad que ellos consideran que no debe ostentar esta condición, debido a que han detectado comportamientos que ellos perciben como incongruentes, hipócritas o injustos. Aunque no sea así, en muchos casos basta con que la autoridad impida la realización de las actividades que a los niños superdotados más les interesan (o las interrumpan cuando están concentrados en ellas) para que muestren una intensa y pertinaz actitud de rebeldía; así, el niño que está cursando los estudios primarios puede negarse a realizar los ejercicios que el profesor le ha mandado, criticar sus actitudes y comentarios públicamente, negarse a trabajar en equipo si no se le permite liderar el grupo, etc.; en casa, lo mismo: desde negarse a hacer lo que no quiere hacer en ese momento porque está ocupado en otras cosas, hasta hacerles saber a los padres lo que ellos hacen mal y, de este modo, minar su autoridad para seguir haciendo lo que desea, que puede ser algo adecuado y conveniente o no; el niño pequeño, de cuatro o cinco años, puede lanzar la comida por los aires cuando el profesor o alguno de sus padres lo obligan a comer en un momento en que realmente no tiene hambre y, acto seguido, si recibe la lógica reprimenda de los adultos, lo normal es que se vea embargado por intensas emociones que le provoquen un continuo y ensordecedor llanto; lo que se conoce como berrinche descomunal; berrinche que también puede producirse cuando un adulto o compañero de su edad no quiera participar en los juegos que él ha diseñado, normalmente complejos y extenuantes. En cuanto a los adolescentes, las cosas se complican: ellos deciden lo que hacen, cómo lo hacen y cuándo lo hacen; y solo obedecen o transigen cuando el interlocutor muestra altura intelectual y argumentos sólidos.
B) Inhibición:
En efecto, el niño o adolescente superdotado, al percibir de forma muy consciente los comportamientos y convencionalismos sociales que obstaculizan su desarrollo personal, embargado por intensos sentimientos de aflicción, miedo e incluso pánico, puede adoptar todo tipo de actitudes inhibitorias, de forma consciente o inconsciente, esto es, con un propósito diseñado estratégicamente para adaptarse al medio o como consecuencia de un impulso instintivo para garantizar su supervivencia en el medio: procura no dejar evidencias académicas de su superioridad intelectual, no se defiende de las críticas injustas o de las agresiones, no denuncia a sus agresores, evita su participación en actividades colectivas, se aísla socialmente, dedica muchas horas a tareas intelectuales en soledad, se niega a ir a la escuela, etc.
No obstante, la idiosincrasia de los menores superdotados no siempre causa conflictos en los entornos académico y familiar. Con la misma frecuencia, estos menores inteligentes, perseverantes y proactivos enriquecen estos entornos con sus actitudes emprendedoras y su capacidad de liderazgo, beneficiando de formas diversas a sus semejantes (tanto menores como adultos) y, en definitiva, mejorando con su presencia el entorno social y familiar cuando se sienten queridos, respetados y comprendidos.
Se preguntarán, a estas alturas, qué hay que hacer, como educadores, para que los menores de altas capacidades se desarrollen en plenitud, enriquezcan el entorno social y no se vean envueltos en conflictos perniciosos. La receta, en cuanto a su formulación, es muy sencilla: no mostrar frente a ellos comportamientos autoritarios; ser justo, equitativo y competente. La herramienta más útil es la argumentación lógica: tanto la rebeldía como la actitud inhibitoria del menor superdotado se vence y se canaliza esgrimiendo sólidos argumentos lógicos mediante un lenguaje que se adapte a la edad y la capacidad cognitiva del menor. Cuando esto ocurre, las intensas emociones que embargan al menor superdotado se aquietan, este reflexiona y, finalmente, toma las decisiones correctas. No seguir esta premisa metodológica en la educación de los niños y adolescentes dotados los conduce, irremisiblemente, a la alienación.
Otros artículos relacionados con el talento y la sobredotación intelectual en este blog:
Enlaces de interés relacionados con las Altas Capacidades Intelectuales:
1. Grupo de Trabajo y Apoyo a las Altas Capacidades Intelectuales.
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Loluca Tascón (jueves, 02 agosto 2012 12:03)
¡Gracias! Eres un ejemplo a seguir. Pertenezco a una asociación de familias con niños AC. La próxima vez que te encuentres con algún alumno de este tipo puedes contactar con nosotros, siempre podremos facilitarte información y recursos.
Este es el enlace a nuestra página de Facebook
https://www.facebook.com/pages/FANJAC/270714146306524?ref=hl
Gracias de nuevo por tu empeño.
ISABEL (martes, 07 agosto 2012 10:16)
Hola,
Creo que tienes toda la razón del munodo en lo que comentas.
Estoy realizando una investigación sobre los programas que se aplican a los alumnos de altas capacidades intelectuales y te agradecería que contestaras a un cuestionario ya que me sería de gran utilidad. También te agradecería que le pasaras el enlace a todas aquellas personas que puedan contestarlo.
Muchas gracias.
https://docs.google.com/spreadsheet/viewform?pli=1&formkey=dGpNVl82QVZMalluMVNncTRvbWlIb0E6MQ#gid=0
Mónica (martes, 14 agosto 2012 13:57)
Se agradece mucho tu interés y este blog. Anímanos con experiencias reales de cómo has podido intervenir educativamente cuando te has cruzado con alguno de estos fenómenos. Soy vicepresidenta de FANJAC (la misma asociación que menciona mi querida amiga Loluca) y me interesaría mucho contar con tu colaboración en nuestra asociación.
Daniel Patón (domingo, 16 septiembre 2012 00:08)
Descubrí mis AC hace tres años. Tengo 48. Me hubiera gustado tener un profesor como tú. Con que ayudes a uno solo ya habrás dado sentido a tu vida. Un abrazo y adelante !!!
maria (miércoles, 19 septiembre 2012 10:58)
Soy madre de 2 niños AC una niña adolescente y un niño de 7 años. Ademas tengo otros 2 hijos denominados "normales". Como madre admiro tu pequeña lucha tan solo por intentar hacer correctamente tu trabajo. Como padres la lucha nos lleva muchas veces a la desesperación. Cuando empiezas a intuir que tu hijo es diferente y se lo comunicas a su tutor, jefe de estudios, etc primeramente te miran como a un trastornado y luego se activan las alertas y se ponen a la defensiva y por supuesto si te hacen algo de caso es muy lentamente para que vaya pasando el tiempo y quitarse el muerto de encima. A nosotros nos ha costado conseguir "algo" del sistema educativo y ese algo ha sido mas bien poco y a base de machacar e insistir.
En fin mucho animo con tu trabajo. Siempre encontrarás a alguien que te lo agradezca y te dará satisfacciones
Luisa (martes, 13 noviembre 2012 19:22)
Soy madre de una niña con altas capacidades. En su colegio han insistido en avanzarla un curso. Me he negado.
Juan Serrano Cazorla (martes, 13 noviembre 2012 23:16)
Luisa, la aceleración no suele ser la mejor de las opciones. Me parece bien su decisión. En el colegio deberían diseñar un plan de enriquecimiento para su hijo.
Saludos.
Camino (miércoles, 02 enero 2013 13:35)
Tengo 2 niños de 8 y 6 años, el primero diagnosticado, el segundo a la espera aunque resulta obvio en él (aprendió a leer y escribir solo con 3 años y medio, aprende de su hermano a multiplicar, no quiere ir al cole porque se aburre y no aprende nada, y mil otros indicadores).
En el cole con el primero no me han hecho ni caso e incluso me han tomado siempre como "la típica madre pesada que se cree que su hijo es el mejor" (sic); como ha tenido y tiene muchos problemas de actitud hemos tenido que recurrir a la psicóloga municipal que fue la que le hizo las pruebas con un resultado llamativo. Nos recomendó que hiciéramos llegar el informe al colegio, para hacerle adaptación curricular, y la tutora refrenda lo que ya sabíamos. El problema es que ya no tiene la misma actitud, sus notan han bajado (no me importa en el sentido de que sean menos buenas, sino que refleja una actitud negativa que hasta ahora no tenía). Nos preocupa y no sabemos qué hacer.
El de 6 está bien atendido por una tutora que sabe que es un niño muy muy inteligente y gracias a eso le da contenido extra, un poco adaptado, pero él sigue diciendo que no aprende y todos los días hay gritos para que se prepare para ir al cole porque se niega. "Mamá ¿es que no lo entiendes? ¡No quiero ir al cole!No aprendo nada! ".
Las tutoras de este año no son el problema, el problema es por parte de Dirección que pone todas las trabas habidas y por haber para evitar cualquier trabajo extra que suponga unos niños de estas condiciones. Y no lo puedo entender, porque al menos conozco del colegio a 3 niños diagnosticados que les pasa lo mismo.
Creo que el problema es que hay mucho mito del que tanto se habla, de cerebritos que inventan un reactor atómico con 5 años (es ironía) y simplemente es un problema tener que hacer un trabajo extra por parte de Jefe de Estudios, etc. Desgraciadamente y creo que nunca se menciona pero creo que es un punto importante, hay mucha envidia. Ya sabemos que todas las mamás piensan que sus hijos son los mejores. Y cuando hay otro niño que destaca porque efectivamente es "el mejor" vienen las zancadillas y las malas lenguas. En los colegios se da mucho.
Pienso que con el primero no cabría el tema de la aceleración, porque es hiperdependiente de sus amigos, tiene un grupo grande con el que disfruta y se ven fines de semana, en fútbol etc.
Sin embargo con el segundo sí funcionaría, porque no tiene amigos "íntimos" se lleva bien con todos pero no encaja con ninguno, se aburre soberanamente y mientras los otros aprenden a leer con un poco de soltura él ya ha aprendido a multiplicar, entendiendo perfectamente el concepto... por eso también ha empezado a hacer divisiones sencillas. Va muy muy por encima y es una lucha diaria llevarle al colegio.
Pienso que cada niño es un mundo y en mi caso se da que siendo los dos de AACC son tan absoluta y radicalmente diferentes en actitud, en carácter, en personalidad que no podría tratarles de la misma manera, así que en el colegio tampoco porque lo que a uno le viene bien, al otro no.
Siento haberme extendido, agradezco cualquier comentario que me oriente.
Un saludo
Camino
Juan Serrano Cazorla (miércoles, 02 enero 2013 14:53)
Hola, Camino:
No espere demasiado de los centros educativos. Los profesores, salvo excepciones, carecen de formación sobre AACC y, además, están cargados de prejuicios. Su actitud, normalmente, es desidiosa o inicua. Efectivamente la envidia, supuración de la mediocridad, es la principal causa de estas actitudes negligentes.
Respecto a sus hijos, el cuadro que me describe es muy complejo. Que un niño de altas capacidades tenga problemas para adaptarse a un entorno académico convencional es normal. Pero el grado de tolerancia a la frustración no es el mismo en todos los individuos de altas capacidades. Tanto es así que, en los institutos en los que he trabajado, he tenido desde alumnos perfectamente adaptados (normalmente superdotados con talento interpersonal e intrapersonal) hasta alumnos extremadamente disruptivos que empleaban su alta inteligencia para crear todo tipo de conflictos.
Es muy importante hacerles entender a sus hijos que, al margen de los conocimientos estrictamente académicos, hay mucho que aprender en un colegio: normas de convivencia, usos sociales, cómo son las personas, cómo se comportan en determinadas circunstancias, qué es la ética, qué es la moral, cómo hacer el bien, cómo hacer el mal, cómo combatir el mal, cómo se trabaja en equipo, por qué a veces hay que trabajar en equipo, cómo relacionarse emocionalmente con las personas del sexo opuesto, etc. Trabaje con ellos este aspecto e indíqueles que pueden aprender por su cuenta todo lo que les interese y que no les enseñen en el colegio, porque todo está en los libros: informática, astronomía, literatura..., lo que quieran. Es así de simple: al cole vas a relacionarte con otros niños y el verdadero aprendizaje intelectual lo haces por tu cuenta.
De todos modos, sería conveniente que un psicólogo clínico especialista en AACC evaluara en profundidad a sus hijos. Busque a un verdadero experto en su comunidad y, asimismo, busque apoyo y asesoramiento en alguna asociación de padres con hijos de altas capacidades (por ejemplo, FANJAC).
Espero, Camino, que mi respuesta le resulte útil.
Saludos y ánimo.
Ramón (miércoles, 23 enero 2013 10:24)
Juan,
como padre de una niña de 6 años con AACC, solo darte las gracias. Debería cundir tu ejemplo en todos los colegios, principalmente entre algunos "des-orientadores".
un abrazo
INMACULADA (jueves, 24 enero 2013 18:59)
Genial. Se puede decir más alto, pero no más claro. En mi centro la orientadora y la psicóloga sí están por la labor, eso que gano.
Joshua Waitzkin (sábado, 21 diciembre 2013 19:24)
Hola, no es muy correcto usar un nombre que no es el mío para escribir, pero soy un niño de 13 años y estudio en una instituto público, tengo un CI alto, dicen que muy alto, pero no quiero ser descubierto y puede ocurrir que algún año el profesor Juan Serrano sea mi profesor y sinceramente prefiero estar entre los considerados normales.
He estado leyendo los comentarios que se han escrito a raíz de este artículo y están llenos de tópicos, la contestación del 2 de enero del profesor Juan Serrano es, a mi modo de ver, muy correcta.
En esta misma web hay un apartado dedicado a textos sobre AC. En el que se titula: "Mitos sociales en superdotación" de F. castiglione et al. se puede leer, y cito textualmente:
"... sólo en un pequeño porcentaje existe una relación directa o indirecta entre Altas capacidades y algún tipo de dificultad, especialmente relacionada con el desarrollo de su potencial en el medio escolar..."
Más adelante dice: " En cuanto al fracaso escolar en el que caerán los niños superdotados si no se les da un trato adecuado en la escuela, debemos analizar también esto, pues hemos podido comprobar que este hecho tiene mayor tendencia a darse en talentos académicos que en los superdotados, ya que sería consecuencia de un alto ritmo de aprendizaje que haría que el alumno viera disminuida su motivación por éste ...."
JSC (domingo, 22 diciembre 2013 14:03)
Ya lo ven: nuestro sistema educativo es tan nefasto y nuestra sociedad tan intolerante, que un alumno de altas capacidades que estudia en un instituto público desea que su verdadero potencial intelectual no sea descubierto; prefiere inhibir su rendimiento y enmascarar su naturaleza. Es esta una actitud muy razonable; pero, a largo plazo, provoca una frustración lacerante. Y de la frustración intensa a la enfermedad psíquica hay un paso.
Por mi parte, este año vuelvo a tener alumnos de altas capacidades a mi cargo en un instituto público, como no podía ser de otro modo. Las conversaciones que he mantenido al respecto con otros profesores con el fin de solicitar un diagnóstico fiable y productivo de momento no han surtido efecto. Seguiré insistiendo.
PabloSevilla (lunes, 03 marzo 2014 18:50)
Hola JSC y a todos los demás, gracias por esta publicación. Tengo un hijo de 8 años con Talento Académico Complejo y Compleja también es la situación que vivimos con el colegio. Su centro no quiere hacer nada hasta que Según ellos "El alumno se lo merezca" y es que nuestro pequeño está harto, cansado, aburrido y lucha a su modo contra ese sistema que tanto le frena. No sabemos que hacer.. mientras tanto nuestro hijo sufre y se frustra. Ganas no me faltan de llegar un día a clase, sacarlo de ahí y no volverlo a escolarizar nunca más. Tiran a la basura los derechos de atención a la diversidad, los derechos de los niños con necesidades especiales... muy desanimados. Saludos para todos
JSC (martes, 04 marzo 2014 11:00)
Hola, Pablo:
Los alumnos con talento académico suelen estudiar con fruición y aprender los contenidos rápidamente, agotando muy pronto el temario del curso en el que se encuentran; por tanto, es normal que se aburran y se frustren cuando se dan cuenta de que, para acceder a nuevos conocimientos, han de esperar durante varios meses -para el que sabe demasiado siempre anodinos- a que comience un nuevo curso.
No sé si esta explicación describe la situación de su hijo. En cualquier caso, sus profesores deberían diseñar un plan de enriquecimiento curricular; y, si esta medida se revelara insuficiente, plantearse una aceleración (avanzarlo al curso siguiente antes de tiempo). Esta última medida es delicada. Hay que valorar aspectos sociológicos y psicológicos antes de adoptarla.
No es una cuestión de que el alumno se merezca o no una atención especial. Simplemente, la necesita. Y es el deber de sus profesores proporcionársela.
Si la situación no mejora, busque un centro cuyos profesionales estén mejor formados y más concienciados con las necesidades de los alumnos de altas capacidades.
Saludos.
Pablo sevilla (viernes, 07 marzo 2014 21:04)
Antes todo muchísimas gracias por la información. La verdad estamos atacando muchos frentes y nos llueve multitud de información. Hay un detalle que nos tiene muy dudosos. Hemos encontrado una entidad que nos invita a hacer una valoración psicológica con carácter clínico porque dicen que eso es totalmente vinculante y por ley tienen que aceptar dicha valoración lo que ocurre que tenemos dudas y desconfianza de, hasta que punto es cierto. Lo que aparentaba ser algo sin ánimo de lucro tiene unos costes de valoración. Entiendo que un estudio completo tiene costes que alguien tiene que cubrir pero no puedo evitar que cuando entra en acción el señor dinero no puedo evitar ser cauteloso por más desesperados que estemos. No deseo dar Nombres en público pero sinceramente me interesaría mucho alguna forma de contacto por privado para darle más datos. Gracias por leerme. Saludos para todos y cuídense.
JSC (viernes, 07 marzo 2014 22:03)
Hola, Pablo:
Me había parecido entender que su hijo ya había sido diagnosticado como talento académico. Si no es así y solo sospechan que tiene altas capacidades intelectuales, el diagnóstico clínico es imprescindible. Legalmente, sería vinculante; pero eso no aseguraría que el colegio se esforzaría en proporcionarle a su hijo una educación adecuada.
Algunas personas que ofrecen este tipo de diagnóstico no son fiables. Es muy importante acudir a un verdadero especialista. Obviamente, hay que pagar por estos servicios profesionales.
Si las personas con las que ha contactado tienen página web, puede indicarme la dirección a través de la sección 'Contacto'; le echaré un vistazo.
Saludos.
Ana (martes, 08 abril 2014 19:23)
Un texto verdaderamente instructivo. Aún así, si como dices en uno de tus comentarios, tienes alumnos actualmente con Altas Capacidades, ¿porque no intentas comunicarte directamente con ellos y les expones lo que piensas? Creo que aunque se lo dejaras caer sin profundizar mucho, eso serviría para que ellos investigaran por su cuenta y tal vez descubrirían que ciertamente son alumnos con Altas Capacidades.
JSC (miércoles, 09 abril 2014 00:38)
Hola, Ana:
A mis actuales alumnos de Altas Capacidades no identificados ya les he 'dejado caer' que las tienen. También se lo he dicho a los padres mediante los comentarios del boletín de notas. Se lo he dicho a los tutores, a la psicóloga del centro, a todos los profesores del Equipo docente en las sesiones de evaluación. Silencio absoluto.
Saludos.
Ana (lunes, 19 mayo 2014 19:32)
Siento contestar tarde, pero recientemente he estado muy ocupada. Me parece extraño el comportamiento del resto del profesorado. Yo soy maestra, y he visto casos de niños con AACC cuyos casos se han resuelto de manera muy satisfactoria. No se cómo funciona el instituto en el que tú estas, pero en el mío, los profesores pueden hablar directamente con el alumno si lo consideran preciso, aunque no sean su tutor. ¿Estas tu autorizado a hacer eso? la normativa respeto a esto en cada colegio es distinta. En mi caso en particular, el profesor que se dio cuenta que la chica en cuestión poseía AACC se le dirigió directamente y le explicó lo que pensaba. Claro que la alumna era de las grandes del instituto. Dependiendo de la edad del alumno o alumna, puedo no tener mucho efecto. Aún asi, yo probaría de hablar directamente con la persona en la que tu hayas detectado Altas Capacidades. Aunque no te sea permitido, puedes estarle haciendo un gran favor que siempre te agradecerá.
JSC (martes, 20 mayo 2014 11:29)
Hola, Ana:
Yo he trabajado en muchos institutos públicos catalanes. Y nunca me he encontrado con un alumno de altas capacidades al que se haya diagnosticado; los centros tampoco han promovido un diagnóstico cuando yo he señalado a algunos alumnos cuyo perfil intelectual era evidente. Prejuicios y falta de formación. Esa es la realidad.
En cuanto a mi instituto actual, digamos que determinadas personas, desde luego encantadoras, no van a permitir que yo llegue, señale a los alumnos de altas capacidades y el diagnóstico se confirme. Saben perfectamente que conozco el tema en profundidad, que he escrito una novela cuyo protagonista es un adolescente superdotado; pero no van a permitir que yo detecte lo que ellos son incapaces de detectar.
Así es la vida, Ana.
Gracias por su comentario.
Saludos.
Jose (martes, 20 mayo 2014 20:44)
Vaya Juan, debo reconocer que es usted un auténtico conocedor del tema. Yo soy médico y he estado mirando alguna información que tiene en el blog, y creo que es muy interesante. Cómo médico, me he dedicado en varias ocasiones a detectar niños con altas capacidades, y leyendo el comentario que ha dejado Ana, opino que si la persona o personas a la que le ha detectado AACC hacen 4to de la eso o más, el colegio no debería ni tendría que poder frenarle de decirselo al alumno. Un alumno de 4to de la eso o más, y que además tiene AACC, no debería tener ningún problema en comprenderlo. El hecho de que un alumno de este tipo sea privado de información tan importante, debería ser un delito. Porque el alumno sólo puede beneficiarse de saberlo.
A parte de esta observación, le quería hacer una consulta de tipo profesional, porque aunque ya tengo algunas técnicas para detectar a gente con AACC, hay veces que es un tanto confuso y siempre va bien intercambiar opiniones. ¿Usted qué hace para ver que el alumno posee ese tipo de talento, en qué se fija? Sin querer pedir muchos detalles, porque entiendo que quiera mantener el caso de su alumno/a o alumnos, pero me gustaría que me explicara un poco por encima el caso, porque ahora mismo tengo que lidiar con un tema en un colegio, que creo que no se diferencia demasiado de lo que explica usted aqui.
Cualquier información será apreciada. Muchas gracias,
Jose
JSC (martes, 20 mayo 2014 22:59)
A ver, dejémonos de historias rocambolescas.
A los padres del instituto en que trabajo que estén inquietos con el asunto (y a todos los padres):
Si, después de leer la información autorizada que he recopilado en un apartado de esta web, sospechan que su hijo podría ser una persona con altas capacidades intelectuales, lo mejor que pueden hacer es ponerse en contacto con un psicólogo clínico especialista en el tema para que realice un diagnóstico fiable. En Barcelona, por ejemplo, 'Mentor Clínic' es una buena opción.
De nada.
CARMEN (miércoles, 03 diciembre 2014 11:43)
Tengo un hijo de 16 con el que siempre hemos tenido muchos problemas a nivel escolar. ya en P-3 la profesora se quejaba que sólo mostraba interés por ciertas actividades en las que se mostraba brillante, pero el resto las ignoraba totalmente. Siempre se ha quejado de que se aburría en el cole. Las tareas rutinarias como copiar, pintar... eran una verdadera tortura, ya que una vez que había aprendido a hacerlo le resultaba estúpido seguir haciéndolo. En ocasiones hacía los deberes de su hermano 3 años mayor que él. Ahora cursa 1º de Bachillerato, pero su rendimiento escolar nunca ha sido el adecuado a sus capacidades. Le hemos hecho pruebas de capacidad con una puntuación de 125 en comprensión verbal, por lo que nos dijeron que tiene talento verbal. A pesar de esto mi hijo sigue sin encontrar la motivación en la escolaridad y de seguir así acabará con un rotundo fracaso escolar. No sabemos que hacer
JSC (miércoles, 03 diciembre 2014 15:11)
Hola, Carmen:
Como siempre recomiendo, en estos casos es necesario que un psicólogo clínico especialista en Altas Capacidades evalúe al adolescente. Poca información aportan las pruebas psicométricas sobre las capacidades reales de un individuo, sobre sus intereses y necesidades. Insisto, un psicólogo clínico debe realizar un diagnóstico fiable y proponer las estrategias que considere más adecuadas para motivar a su hijo, que es único y, por tanto, necesita soluciones individualizadas.
Espero que mi respuesta le sirva de ayuda.
Un saludo.
carmen (martes, 26 abril 2016 20:00)
Me ha gustado mucho tu entrada, un profesor implicado, aleluya. Somos padres de un niño de 7 años con AC diagnosticado por gabinete privado y en el cole con un dictamen de AC. En el cole se niegan a atenderlo porque dicen que eso no es justo para los demás niños, a eso le llaman equidad. Solo os digo que las intenciones comienzan en el diagnóstico del cole: test iguales uno privado saca 80 y el otro 7, para rebajar. En la conversación con la orientadora ya procura sacar hierro al asunto y a menospreciar a los centros privados. Pese a reconocerlo en el informe¿No hace falta intervenir? consecuencias: aburrimiento, desidia, no quiere ir al colegio y se muerde las uñas hasta la yema del dedo de pura ansiedad hasta sangrar, todas las enfermedades del mundo. Ya entenderéis porque la he liado. No solo precisan de enriquecimiento, adaptación curricular, sino que necesitan aprendizajes mucho más creativos en el aula, en beneficio de todos los niños de su clase. Las primeras en detectarlo somos las madres, solemos comparar muchísimo con los otros niños y luego en la escuela. Si no se detectan casos, es porque se tienen tipificados y no hay formación suficiente o la voluntad de hacerlo. Si esperamos al Mozart, o a Bobby Fisher...mal vamos. Solo os digo, que aunque orgullosos y lo entendemos como una virtud, bastante sobrecarga nos supone a los padres, para que encima desde la escuela nos pongan la zancadilla. En nuestro caso duerme mucho menos de lo normal y el ritmillo es potente, requiere mucha intervención por nuestra parte (tanto a nivel académico es alta demanda y pide muchísimo, a nivel de conducta y a nivel de autonomía personal, precisa mucha intervención y reeducación). Por eso los padres necesitamos ayuda y comprensión, empatia e intervención. Mejorará nuestra calidad de vida y la de estos niños, pues ahora son incomprendidos, rebajados por los demás. Sobre adelantar cursos no estoy de acuerdo contigo, dependerá del niño para empezar y si no, que le pregunten a Isidro Padron, padre coraje. Me quedo con una de sus frases "La sociedad que desprecia el talento de los niños, niega su futuro".
Annelys (jueves, 06 octubre 2016 12:43)
Hola Juan, me alegra mucho leer tu post, y estoy de acuerdo contigo en todo; Es alucinante ver como las escuelas e institutos están llenos de profesores y jefes de estudios o ignorantes o desidiosos. Tengo un hijo de 13 años que no ha sido diagnosticado como poseedor de altas capacidades, por que cada vez que toco el tema en el la escuela/instituto lo que han hecho es tratar de disuadirme.
Con 7 años le hicieron evaluaciones incompletas y sin notificarme, en la Fundación Eulalia Torres de Bea y tuvo un resultado de 128 CI. En ese momento lo cambié de la Escola Montseny de Barcelona, gran error, a un concertado (LLeó XIII) ya que creía que tendría mejor atención, lo cual no fue así, al contrario.
Tras cuatro años de mucho sufrimiento, desmotivarse, bajar notas, sentir que por más que se esforzaba no tenía reconocimiento decidí sacarlo de allí por su salud emocional y mental. Nunca se leyeron el informe que les entregué cuando empezó 2º de primaria, y la psicopedaga, Mª Luz Martinez De Tejadas, me recomendó llevarlo al psicólogo y que si quería un diagnóstico lo hiciera por privado (lo cual no puedo permitirme)
Luego me enteré que ellos desde la escuela debían solicitar las pruebas y nunca lo propusieron (no les convenía).
En el año 2013 tras mucha insistencia porque no llegaba a la edad mínima (tenía 10 años y los cursos eran a partir de 13 años) logre inscribirlo en los cursos de Creación de Videojuegos y Desarrollo de apps para moviles del Campo Tecnológico (ESCOLA UNIVERSITÁRIA SALESIANA DE SARRIÁ -EUSS Engyneria) y cual fue la sorpresa de los profesores al ver que mi hijo aventajaba a compañeros hasta 5 años mayores. Estos talleres se impartirían en la Escola Lleó XIII a los de 4ª de la ESO.
Para el curso 2014/15 conseguí plaza en la Escola Provençals para estudiar 6to grado. Cuando pedí hablar con alguien que me asesorara sobre como solicitar las pruebas de Altas capacidades enseguida me pusieron pegas: Que si tenía que empezar el curso para que los profesores decidieran si el debía no no acceder a las pruebas, que si sus notas no eran tan altas como para demostrar su "inteligencia", etc. Total ignorancia y desconocimiento.
Cansada de recibir nos y de que mi hijo se sintiera como un alien en su propio país decidí mudarnos a Inglaterra. Allí por tema de edad le correspondía estudiar 7º en vez de 6º, así que le adelantaron un año y hasta el mes de marzo estuvo haciendo 7º grado y en el primer trimestre aprobó todas las asignaturas con su escaso inglés. Incluso le dieron un diploma como el mejor de su clase en M.A.D.E. (Tecnología)
En 2015 tuvimos que volver a España y le han pusieron en 6to por su edad pero como solo quedaba un trimestre no quise tocar el tema de las pruebas. Incluso mi hijo tiene miedo de ser diagnosticado ya que piensa que va a seguir viendo los mismos contenidos, de la misma aburrida manera pero agregándole más deberes. No confía en la adaptación curricular hecha por funcionarios a los que los niños no les importan, según su percepción.
En el IES Ramon Llull de Palma Mallorca también empezó a tener problemas de socialización, muchas enfermedades , desmotivación, ataques de pánico, cuando le expliqué a la psicopedagoga, Motse Bonin que me gustaría hacerle las pruebas ya que creo que sus comportamientos están relacionados con su alta capacidad, la misma respuesta/actitud: Que ella no creía que fuese necesario, que tenía que abordar los otros problemas que tenía, incluso su tutor de 1º de ESO, el Sr. Amengual me explicó que si los profesores veían algo "especial" ellos mismo pedirían pruebas (pero si no saben reconocer estas capacidades aunque las tengan ante sus propias narices)
Actualmente está estudiando en la Escola Montessori del Hospitalet, y no está desmotivado, sino lo siguiente, dice que solo va a perder el tiempo en el instituto y aunque antes siempre tenía planes para cuando creciera (con 8 años hizo su primer cortometraje de animación y con 9 me preguntó como podía conseguir un trabajo en PIXAR) ahora con 13 años me pregunta hasta que edad la escuela es obligatoria y si a los 16 años se puede poner a trabajar, y esto me descorazona.
Pienso que lo de adelantar el curso funcionaría si el niño va a aprender (a mi hijo le funcionó en Brighton, donde tenía muchas cosas que aprender y eso era excitante para él), no si van a seguir con la misma metodología, pero agregando más contenido y más deberes, lo que les saturaría aún más.
La verdad me siento impotente ante un sistema fracasado que solo enseña a los niños a repetir para aprobar y no a aprender, a experimentar, a indagar; les mata la curiosidad y les empuja al abandono escolar ya que se mueren de aburrimiento y para rematar les machacan su tiempo libre con horas interminables de deberes. Caldo de cultivo para que la ignorancia se propague. En el reino de los ciegos el tuerto es el rey.
JSC (martes, 18 octubre 2016 00:19)
Hola, Annelys:
He tardado demasiado en activar su comentario porque no me di cuenta en su momento de que lo tenía pendiente. Disculpe.
El asunto es complejo y, para ser sincero, no sé muy bien cómo ayudarla eficazmente. Yo también abandonaría la educación pública; pero, de momento, no se me ocurre adónde ir.
Veamos, el Departamento de Educación de la Generalidad de Cataluña ya tiene un protocolo oficial de detección de las Altas Capacidades, que incluye, obviamente, la intervención pedagógica. Lo que tiene que hacer, en primer lugar, es entregar una solicitud de evaluación (la puede redactar usted misma) en el registro del instituto de su hijo (de la evaluación se encargaría una entidad externa denominada EAP). En segundo lugar, en el caso de que el instituto considere que la evaluación no es procedente, debe dirigirse a la delegación del Departamento de Educación y hablar personalmente con el inspector adscrito al instituto de su hijo; eso debería ser suficiente para activar el protocolo. De no ser así, debería conseguir una evaluación de un profesional especializado (un psicólogo clínico es el profesional más indicado) y presentarla en la administración, preferiblemente con la ayuda de un abogado especializado en derecho administrativo (lo normal sería que usted lograra la evaluación en el segundo paso).
Lamentablemente, no le puedo garantizar que el EAP de la zona del instituto de su hijo realice una evaluación correcta; ni que el profesorado esté suficientemente capacitado para elaborar y ejecutar un buen Plan Individualizado (PI).
De todos modos, el colegio tampoco es lo más importante en esta vida. Su hijo puede aprender y desarrollar destrezas avanzadas en otros entornos. Si le gusta la creación de videojuegos, pues inscríbalo en cursos especializados, por citar un ejemplo. Que su hijo procure conseguir notas suficientemente buenas (lo cual conseguirá con un poco de esfuerzo) y que aprenda todo lo que le interese por su cuenta. ¿Acaso aprendí yo a escribir literatura en la academia? ¡Por supuesto que no!
Espero haberle sido de ayuda, Annelys. Mucha suerte.
Saludos,
J.
María Ángeles (sábado, 24 diciembre 2016 03:07)
Hola. Tengo un niño de 10 años con A.C. Se lo diagnóstico la orientadora de colegio con 6 años, por orden de su profesora, que debido a su comportamiento, tenía sus sospechas. Esta profesora ha sido la única en todo el colegio que ha mostrado interés. Ella sabía que su comportamiento tenía mucho que ver. Lo motivaba, le dedicaba algunas clases a él, y desde luego no le baja sus notas. Yo firmaba su adaptación curricular, y aunque no era realmente lo que hacían por él, al menos lo intentaban...Ahora en 5 primaria, tiene muchos profesores, ni un solo profesor se ha preocupado por el tema, eso si es un niño molesto, al que le han bajado sus notas en casi todas la asignaturas con respeto a sus exámenes, en algunas de sobresaliente a bien, o de notable a bien. Mi hijo ha llegado muy desilusionado y yo con él, porque ha estudiado mucho, tiene muy buenas notas, y al final para que se las bajen todas, o casi todas. En cuatro meses, solo se le ha olvidado dos veces los deberes de lengua, y que yo sepa en ninguna más. Es un niño listo y ya me ha dicho que para que le baje las notas, pues que no se va a forzar tanto, vamos que no se va a esforzar para sacar 8 o sobresalientes, porque si no se los va a poner. los profesores se limitan a poner cruces, negativos, sacar tarjeta roja o amarilla...y quejas, y quejas...de que la culpa la tiene el niño o los padres, ellos nunca asumen sus fallos. Se quejan de su comportamiento, pero no buscan soluciones, no motivan a los niños, ni los refuerza positivamente.. Quiero mover ficha, por mi hijo, pero no sé a quien acudir, como defender sus derechos, no sé si ir a Educación, al defensor del menor, si a los juzgados ¿Qué puedo hacer? Es un niño que solo tiene problemas de comportamiento en el colegio. Se porta bien en casa, en casa de los amigos o familiares, en su club, en el fútbol, en la biblioteca, si lo llevas a museos, teatros, cine...
Tengo que decir que siempre tienen como profesoras mujeres, y muchas con hijas, y no con varones. Me doy cuenta que no entienden al genero masculino. Quieren que se porten como las niñas, y en general no son iguales.
Gracias.
JSC (jueves, 29 diciembre 2016 12:31)
Hola, María Ángeles:
Ciertamente, la orientadora de un colegio ni puede ni debe realizar un diagnóstico de Altas capacidades. Eso debe hacerlo un psicólogo clínico especializado. De modo que las apreciaciones de la orientadora sobre su hijo, sean las que sean, no resultan fiables.
¿A quién debe acudir? En primer lugar, a un psicólogo clínico que evalúe la situación. Con un diagnóstico fiable bajo el brazo (que confirmará o no las altas capacidades intelectuales de su hijo), debería usted iniciar un diálogo constructivo con el colegio. Y, si esto último no fuera posible, debería plantearse seriamente buscar un entorno educativo más adecuado para su hijo.
Saludos cordiales,
J.
Marisa (viernes, 13 enero 2017 23:37)
Hola, tengo una hija de 7 años diagnosticada A.C en el centro Huerta del Rey (Valladolid) le hicieron las pruebas con 5 años, y desde el año pasado estamos intentando que en su colegio acepten el diagnóstico, nos dicen que al ser un centro privado el que realizó las pruebas no sirven y se las han hecho ellos y nos dicen que no tiene A.C, sinceramente la orientadora del colegio creo que se limita a pasar un test y listo no se molesta lo más mínimo, incluso nos dijo que en una de las pruebas mi hija había sacado mala nota no sabía si no había entendido lo que tenía que hacer o no se lo había explicado bien...
Que impotencia!!
Amelia (jueves, 19 enero 2017 00:11)
Nuestra hija de ahora 7 años siempre nos pareció muy inteligente por su capacidad de aprendizaje y su curiosidad y avances. Nunca surgió el tema de las AACC porque es algo que uno no se plantea y parece cosa de 'otros'.
Escolarizada desde los dos años cada uno de sus profesores nos ha destacado está inteligencia hasta que a los 5 años su tutora nos hizo un test a los padres y nos dijo que según la concordancia de los test y su observación podríamos estar ante una niña con AACC.
La psicóloga del cole le realizó durante un año pruebas y concluyó que era una niña con AACC. Nos dijo que había niños talentosos, niños con AACC y finalmente niños que se podrían llamar 'superdotados'. La nuestra pertenecía a estos últimos. Y nos echamos a temblar.
Le pedimos su CI sólo para hacernos una idea de 'lo que estábamos hablando'. Lo quito importancia y no nos lo dijo, solamente dijo que de 13 o 14 pruebas, no lo recuerdo, tenía porcentajes de 96-98% en todos y que > 75% ya era significativo.
Proponía una ligera adaptación curricular que consistía en dar más importancia a los razonamientos matemáticos que a los cálculos en sí que la aburren soberanamente.
La única adaptación curricular que han hecho es desgraciarla. Literal.
Este año su profesora lo único que hace es exigirla más, regañarla más y bajarle las notas porque los dieces 'la cuestan muy poco'.
Esto se ha traducido en de ser una niña encantadora, totalmente integrada en el colegio con sus tareas, sus compañeros, en casa, con su hermano, feliz, alegre, supersociable.... en una cafre insoportable en cualquier sitio y sobre todo, infeliz.
Lágrimas y más lágrimas y con el camino de ser una inadaptada. Hace lo justo sin ninguna alegría, la importa un rábano el elogio. La frustración es lo que surge cada 5 segundos. No soporta las críticas ni las recomendaciones. Dice que la llamas tonta si la llevas la contraria. Celos del hermano enfermizos. Malas contestaciones y alienación en el colegio por su parte porque todo lo identifica con desplantes de sus compañeros. Esta sola se siente incomprendida. Llama la atención de manera negativa. Es chantajista negociadora cínica. Pretende atención las 24 horas. Y sobre todo sufre y sólo tiene 7 años. Y todo en tres meses.
Quiero ingresarme en un sanatorio porque la situación es insoportable. Y no lo digo en broma. Fantaseo con irme a algún sitio con paredes blancas acolchadas donde no tenga que oírla.
Esta tutora es una mujer a punto de jubilarse que creo que no cree en la ciencia moderna y parece ser que alguien como mi hija la molesta. El año pasado mientras la evaluaban su actitud con ella fue perfecta. Este año después de confirmado este tema, la tiene frita. Ha pasado de ser una de las mejores alumnas a ser un desastre, según ella.
Cuento todo esto aquí porque aquí siento que me entienden y no tengo con quien hablar. Contar esto entre las amistades es ser una pobre pretenciosa.
Gracias por leer este rollo.
JSC (lunes, 23 enero 2017 20:24)
Marisa:
Yo le pediría a la escuela, mediante una solicitud formal, que me entregasen una copia de las pruebas que le han realizado a su hija, para que las analizasen en el centro Huerta del Rey. Paralelamente, visitaría a la inspección educativa para tratar el asunto.
En Cataluña la Administración acepta el diagnóstico de los centros privados especializados. Pero quizá la legislación al respecto sea distinta en Madrid.
En cualquier caso, si el centro Huerta del Rey confirma el diagnóstico y, aun así, la Administración no lo reconoce, tendrá que pensar en la posibilidad de contratar a un abogado especializado en derecho administrativo.
Mucha suerte.
Saludos,
J.
JSC (lunes, 23 enero 2017 20:32)
Amelia:
Muy peliagudo el tema que me presenta. No puedo ayudarla demasiado desde este espacio.
En mi opinión, debería poner a su hija en manos de un buen psicólogo infantil, pues el trastorno de conducta que me ha explicado resulta alarmante. Insisto, necesitan la ayuda de un buen profesional. Estoy convencido de que una terapia adecuada solventará la situación.
No desfallezca.
Saludos,
J.
JSC (sábado, 11 febrero 2017 14:18)
Señor José:
No he publicado su mensaje porque ha escrito usted datos personales (teléfono, etc.). Pero le respondo:
Si el colegio de su hija es público o concertado, lo único que tiene que hacer es solicitar la adaptación adecuada formalmente (redacte la solicitud, adjunte el diagnóstico, haga dos copias de estos documentos y, finalmente, entréguelos en la secretaría del centro). En el caso de que la escuela ignore su solicitud o le deniegue formalmente lo que usted solicita, presente una reclamación a la Inspección Educativa de la delegación territorial a la que pertenezca el colegio de su hija.
Saludos,
J.
Manuel (lunes, 20 febrero 2017 17:34)
Hola a todos. Soy un chico de 17 años al que le han detectado altas capacidades hará unos 5 meses.
Desde antes de saber esto, mi rendimiento académico ya estaba disminuyendo hasta el punto de suspender siete asignaturas en un trimestre en el curso anterior. Ahora ya sabemos que esto ocurre porque nunca he necesitado estudiar para ir sacando los cursos, como le ocurre a muchas más personas con altas capacidades.
La razón por la que estoy escribiendo aquí es mi frustración, ya que he llegado a un punto en el que gente de todo mi entorno me dice que mi fracaso escolar es por pura vagueza, y estoy tan confuso que ya no sé si simplemente mi problema es el que ellos dicen, y no el que mencioné antes que le ocurre a más personas con AACC.
Para ser sincero, no se muy bien que busco al escribir esto, si apoyo, ayuda... Pero lo que quiero cambiar de una vez es mi manera de estudiar, y no sé como. Siempre llega el viernes y me digo a mi mismo: "tengo todo el fin de semana para estudiar el examen del lunes, me da tiempo de sobra!". Y lo que siempre acaba ocurriendo es que lo estudio a carreras el domingo por la tarde-noche y días después recibo mi suspenso.
Como ya dije, no se si es verdad que lo que me ocurre es lo que mencioné que les pasa a muchos más casos de altas capacidades, o es mi manía de procrastinar.
He incluso buscado en internet cómo estudiar teniendo altas capacidades, pero no he encontrado nada, y creo que esa es la respuesta que busco escribiendo en este foro. Aunque me imagino que esa pregunta es demasiado abierta y dependerá de cada caso. Y el caso es que he venido aquí porque la ayuda más lógica que encontré para esto era el psicólogo que me detectó las altas capacidades, pero mis padres se niegan porque "lo único que tengo que hacer es querer estudiar, ya que si quiero puedo y está demostrado".
Siento muchísimo haberme extendido tanto jejeje, y espero no haberos aburrido mucho a los que hayáis llegado hasta aquí. Pero estoy demasiado confuso y, sea la respuesta que sea, necesito saber algo sobre si tengo alguna posibilidad de arreglar esto.
Muchas gracias a los que me hayan leído hasta aquí, de verdad :).
Un abrazo,
Manuel.
JSC (martes, 21 febrero 2017 20:32)
Hola, Manuel:
Tus preguntas requieren una respuesta breve y concisa:
Por la edad que tienes, me imagino que estarás estudiando bachillerato. Pues bien, durante varios años has estado estudiando en un entorno académico muy poco exigente: el de la ESO. El bachillerato, en cambio, presenta retos intelectuales considerables en la mayoría de materias. Por tanto, la disciplina y la perseverancia constituyen la base del éxito académico en esta etapa (y son aún más relevantes en la universitaria). Dicho de otro modo, sean cuales sean tus capacidades intelectuales innatas, resulta imprescindible que diseñes un plan de estudio sólido y que te comprometas con él. Sin duda, encontrarás asesores pedagógicos en tu entorno que te ayudarán, si les planteas la situación que describes, en el diseño de ese programa de estudio. Una vez sometido a una férrea pero flexible disciplina (esto último es muy importante), progresarás rápidamente y, en definitiva, recuperarás el tiempo perdido.
Ten en cuenta, además, que las escuelas formales no son los únicos entornos donde las personas inquietas y creativas pueden consolidar aprendizajes útiles y significativos.
Saludos,
J.
Àngels (viernes, 14 abril 2017 00:44)
Hola, x lo ke se es normal lo ke le pasa a manuel. Ha vivido de "regalo" hasta ahora pq todo era muy facil y cuando se tiene que esforzar pq la cosa se complica, no sabe como. Solo soy una mami xro creo ke es lo ke le pasa. Tengo tres hijos. El mayor, de 9 años, diagnosticado, no se el ci pq dio, con 7 años, 149 en inteligencia verbal, 134 en razonamiento logico y normal en velocidad y concentracion. Con una capacidad general de 146. El wish IV se lo hicieron expertos en asperger y no en aacc pp keriamos mirsrle el tea, ke no padece, aunque si presenta conductas propias del tea ( y tsmbien de los aacc). Lo llevamos alli pq a mi peque, ke tenia 17 meses, le dijeron ke era un posible tea. Ahora tiene 3 años y medio y estoy convencida ke es como su hermano (tambien tiene un primo hermano paterno disgnosticado y una prima hermana materna con toda la pinta). Pero, claro, como es pequeño no se pueden disgnosticar las aacc y sus dificultades las imputan al tea y le tratan como tal. Por suerte en el cole, con sus limitaciones, muy bien, xro....
Puedo hacer algo?
JSC (lunes, 17 abril 2017 16:22)
Ángels:
Lo mejor que se puede hacer con los niños pequeños es dejar que crezcan con naturalidad. No conviene que tanto estos niños como sus amigos y familiares vivan subordinados a las etiquetas 'superdotado' o 'AACC'.
Saludos.
Yolanda (miércoles, 20 septiembre 2017 23:30)
Muchas gracias por tu trabajo. Ojalá hubiera más profesionales como tú. No puedo entender como los educadores están tan ciegos. O lo que es peor, no quieren ver. También pienso que la formación en Altas Capacidades a los profesionales hay que implantarla ya. Estoy sufriendo por mi hijo. Un posible caso aún no diagnosticado. Pero si incomprendido
laura (martes, 30 abril 2019 16:47)
Buenas,
Nos somos de catañuna
A mi hijo la escuela le realizo pruebas y nos confirmo talento verbal 149 y probablemente matematico 139
Las otras dos areas mas bajas (entre 115 y 125) con mucha diferencia entre las diferentes pruebas.
Como puedo saber si formalmente lo han dejado registrado en su expediente? Nos dijeron que intentaran enriquecer contenidos pero no tengo claro si depende el criterio del tutor o si ya tienen obligacion de establecer un programa
JSC (martes, 30 abril 2019 18:56)
Buenas tardes, Laura:
Lo normal es que se haya empleado el WISC IV en la evaluación de su hijo. Si es así, me imagino que habrán asociado el 'talento verbal' a una puntuación de 149 en CV (comprensión verbal). Las tres pruebas principales de CV no miden el 'talento o la capacidad verbal', sino la capacidad intelectual general (factor g). Lo del 'talento matemático', me imagino, lo habrán inferido de una puntuación de 139 en las pruebas de Memoria de trabajo, en tanto que dos de ellas, dígitos y aritmética, emplean elementos numéricos; pero esas pruebas no miden la capacidad del individuo para el razonamiento matemático, que es de carácter abstracto (en este sentido, la puntuación de matrices sería más relevante).
Para que me entienda mejor: una puntuación por encima de 130 en CV (comprensión verbal) y RP (razonamiento perceptivo) equivale a sobredotación intelectual desde el punto de vista estrictamente psicométrico, aunque las puntuaciones de Memoria de Trabajo y de Velocidad de Procesamiento sean más bajas (115-120). Todo esto lo explica la eminente Linda Silverman en su libro Talento 101 (en inglés).
En cualquier caso, no sé realmente qué batería de pruebas le han suministrado a su hijo. En este sentido, tenga en cuenta que la interpretación de los resultados la debe realizar un auténtico experto en la materia; y los profesionales de los centros educativos no suelen serlo.
Respecto a lo del enriquecimiento de los contenidos, uf, no conviene hacer nada mientras no exista un diagnóstico fiable y unas pautas pedagógicas rigurosas fundadas en dicho diagnóstico.
Usted ha de solicitar a la Administración (al centro educativo) una copia del dictamen de Altas capacidades. Asimismo, el centro ha de elaborar un plan individualizado para el alumno, que no se puede ejecutar si los padres no lo aprueban (por tanto, ustedes deben tener acceso al contenido del plan pedagógico antes de que se ejecute). Así es en Cataluña.
Gracias por escribir en este blog, Laura.
Saludos,
J.