Escritores que no saben escribir

 

 

¿Son capaces de imaginar a un pintor —o a un escultor— que no domine las técnicas y herramientas con las que crea su arte y que, sin embargo, haya alcanzado cierto prestigio como artista? ¿Son capaces de imaginar que las obras de ese pintor hayan sido corregidas, rehechas o ampliadas por especialistas que nada tengan de artistas y que, además, permanezcan en el anonimato? Cuesta imaginarlo, ¿verdad?

 

Pues eso precisamente es lo que ocurre en el sector editorial: demasiados escritores que no dominan las normas ortográficas y gramaticales de su lengua materna publican libros que otros corrigen (a veces hasta quedar exhaustos debido al mayúsculo esfuerzo); e incluso los reescriben porque las nociones narratológicas del escritor de turno son escasas o deficientes.

 

Lo más surrealista de este fenómeno singular es que alguien que se presenta ante el mundo como un artista necesite, para mejorar o dignificar sus obras de arte, la ayuda de personas que no tienen aptitudes artísticas. Es este, sin duda, un fenómeno de degradación cultural que los propios editores —que necesitan, para su supervivencia, resultar imprescindibles— han propiciado y alimentado con la ingenua connivencia de escritores desidiosos y apresurados que ocupan el escaparate antes de pasar por la academia.

 

Estarán deseando, morbosos lectores, que dé ya algunos nombres. Pero lo siento, no puedo hacerlo; no es el objetivo de este artículo; además, si escribiera algunos nombres, sería lo único que recordarían de este artículo; es más, ustedes insertarían esos nombres en otros textos que yo jamás podría escribir. No obstante, haré una pequeña concesión: los nombres son numerosos, aparecen por doquier, ustedes compran los libros en cuyas portadas aparecen, y al hacerlo son inmensamente felices porque el fin último del mercado editorial es, precisamente, que ustedes sean inmensamente felices.

 

¿Se imaginan que un profesor de lengua que trabajase en un instituto y que fuese el responsable de la educación de sus hijos no dominase las normas ortográficas y gramaticales de la lengua que imparte? Yo no soy capaz de imaginarlo. Lo que sí imagino es a un escritor desidioso y apresurado plantándose frente a un nutrido grupo de adolescentes para hablarles de su magnífica obra rodeado de un aura de ejemplaridad.

 

En fin, qué quieren que les diga. Una persona que pretenda convertirse algún día en un escritor debería formarse adecuadamente. No debería publicar antes de alcanzar la maestría en el uso de las herramientas propias de su actividad artística. El que se escuda en otros para ocultarle al mundo sus propias carencias, el que recurre a los sintalento para convertirse en un artista no es más que un pobre miserable.

 

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Comentarios: 2
  • #1

    P.H. Noriega (martes, 28 abril 2015 09:07)

    Hola!, sé que esta entrada es de hace tres años y la verdad me sorprende que no exista comentario en ella. Soy una escritora bastante joven, no me gusta llamarme a mi misma escritora con los demás, usualmente solo digo que ''escribo'', tiene mucha razón con lo que dice y la verdad creo que no lo había visto tan claro hasta ahora, escritores que se llaman así mismos artistas cuando hay alguien detrás puliendo ''demás'' el trabajo que dicen ''de ellos' ' solo porque son las mentes creativas, ya no lo creo tanto, los hace exactamente lo que dices que son, y no lo había pensado. Los medios de comunicación, Internet incluido, se mueven tanto, hacen tantísima bulla con que ya no se lee que le crean una necesidad al ya lector, y a los que se animan, a conseguir más libros más rápido, las editoriales así crean un sentido de urgencia en los escritores nuevos, o de moda, los cuales algunos son muy jóvenes, a escribir constantemente, para que escriban más de lo que se vende(malinterpretando la literatura y prostituyendo el gusto moderno), llegando así hasta los ''libros por encargo'' con un rango de tiempo como sabrá, con los cuales no estoy de acuerdo y dudo que un escritor autentico se doblegue a hacer eso, lo dudo mucho. Acerca de la educación, digo que las cosas no siempre pueden ser tan drásticas, así como pienso que los nuevos talentos no deben sentirse apresurados, pienso que la escritura es algo que ''ya se trae'' si bien se tiene que trabajar en ella, cierto, dudo mucho que alguien que no tenga la sensibilidad de un artista pueda llegar a escribir, un artista no puede ser rígido. sin embargo si pienso que un ''con talento'' pueda por diferentes situaciones no llegar a lo requerido o a su propia excelencia. la hazaña de que ''haces letras'' y que aun así no llegues a la lucidez puede llegar a presionar,desorientar, al artista hasta tal punto de que nunca se da cuenta que es dramaturgo, director o guionista, porque encuentra más directo (rentable) el convertirse en escritor, adoptar esa posición, tal vez esos escritores que no nombras, son dramaturgos, o debieron ser guionistas. Me pareció excelente la entrada, muchas felicidades, saludos desde muy lejos! .

  • #2

    JSC (martes, 28 abril 2015 18:14)

    Gracias, P.

    Escritores de verdad -autónomos, originales, innovadores, insobornables- hay muy pocos. Lo que se esconde tras el escenario de la edición dejaría a muchos boquiabiertos, patidifusos.

    Fórmate, persevera, reniega. Hazlo, P.

    Suerte allá donde estés.